Todo lo que necesitas para empezar a practicar yoga
Si quieres empezar a practicar yoga, pero nunca lo has hecho antes, es normal que te surjan un millón de dudas e inseguridades sobre cómo hacerlo. Incluso pueden ser suficientes como para quitarte la idea de la cabeza y afirmar que el yoga no es para ti. Sin embargo, el yoga no se trata de ser la persona más flexible o estirarte 180 grados hacia el este, sino de conectar contigo mismo. Si quieres empezar en el yoga, te dejaremos aquí algunos consejos para que se te haga más sencillo.
Lo primero que debes saber es que no existe un solo tipo de yoga, sino varios. Esto te da la oportunidad de escoger el que mejor se adapte a ti. Sin importar el que escojas, todos los tipos de yoga te ayudarán a trabajar tus músculos, fortalecer el cuerpo, mejorar tu flexibilidad y tu respiración.
El primer tipo es el Hatha Yoga. Este es recomendado para los principiantes por ser de nivel básico y es el que se practica normalmente en los estudios de yoga o gimnasios. Este tipo de yoga es lento y calmado. Se enfoca en trabajar la fuerza de los músculos al mantener una postura por cierto tiempo sin mover más nada.
Luego, está el Ashtanga Yoga o el Vinyasa Yoga, que son un tipo de yoga más movido y rápido. En estos, las posturas se entrelazan unas con otras sin detenerse mucho en cada una, formando una secuencia.
El Bikram Yoga o el yoga con calor es un tipo de yoga un poco más avanzado. Este se hace en espacios que están acondicionados para mantener una temperatura de 42 grados con un 40% de humedad. En estas clases se realizan posturas del Hatha Yoga, que combinado con el calor, ayuda a mejorar la flexibilidad y la función cardiovascular.
Cuando escojas qué yoga vas a practicar, tal vez te preguntes si es necesario practicar yoga todos los días para que sea efectivo. La respuesta es: no. Hay personas que empiezan su día con una rutina corta de 15 minutos a primera hora de la mañana, pero si estás comenzando practicarlo dos o tres veces a la semana durante 20 minutos es suficiente. Si te sientes listo, puedes aumentar el tiempo o el número de veces a la semana que lo practicas. Estas sesiones deben ser en días alternos, ya que debes darle tiempo al cuerpo para que descanse y se recupere.
Cuando ya planificaste tu rutina, viene la típica duda de qué ropa o accesorios necesitas. Lo principal, lo hagas en tu casa o en un estudio de yoga, es una colchoneta de yoga o “Yoga Mat”. Estas suelen ser más delgadas que las típicas colchonetas de los gimnasios para poder brindar más estabilidad al momento de hacer las posturas. Cuando vayas a escoger la ropa, procura que sea cómoda. Si vas a un gimnasio, la ropa ajustada puede ayudar a que el instructor vea bien la postura y te corrija si es necesario. Si no te sientes cómodo con esto, usa la ropa que te haga sentir bien. Tampoco te preocupes mucho en escoger unos zapatos, pues lo más recomendado es que el yoga se practique descalzo para evitar resbalarse.
Recuerda, no te preocupes si no eres la persona más flexible del mundo, ¡para eso está el yoga! La flexibilidad llegará sola con la práctica y nadie va a estar fijándose en lo que estás haciendo, sólo el instructor. Es importante que vayas a clases con un instructor certificado para que te ayude a aprender la postura correcta. Tampoco lo conviertas en un estrés, es todo lo contrario. Hazlo en el horario en el que puedas, pero si es en la mañana mejor. Hacerlo en ayunas puede ayudarte a sentirte más liviano para hacer las posturas.
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